Diez consejos para mejorar el ambiente en el aula de clases
Desde hace una década se ha venido implementando el concepto de ‘coaching’ en la sociedad.
Aunque se hizo fuerte en las empresas, la inserción de esta herramienta en las aulas de clase para intentar cambiar un sistema educativo que se ha encontrado en un laberinto busca solucionar y poner en funcionamiento el cambio educacional de los profesores y alumnos.
En la actualidad, el coaching no está muy presente en los centros educativos, aunque poco a poco, empieza a impregnarlos, como se pone de manifiesto en la puesta en práctica de cursos orientados a mejorar, tanto el rendimiento profesional, como el personal del profesorado, así como de los equipos directivos de dichas instituciones.
Para la ‘coach’ María Isabel Velasco, sicóloga conferencista en la Semana del Coaching que se celebró por estos días en la Icesi, el coaching es un “proceso de aprendizaje que mediante conversaciones profundas, permite una verdadera transformación personal a través de las cuales los inpiduos toman consciencia sobre sí mismos, alcanzan resultados extraordinarios y mejoran la calidad de vida”.
El propósito del coaching educativo supone la instauración y realización del proceso de esta área en tres ámbitos centrales: el ámbito familiar, que busca brindar a los padres de familia o tutores responsables las herramientas necesarias para apoyar la formación que ofrece la escuela; el ámbito escolar, que prepara al educador, maestro, guía, a los orientadores vocacionales, psicopedagogos y psicólogos educativos como asesores en el proceso de formación del educando; el ámbito personal del alumno, donde se ofrecen herramientas que le permitan llevar a cabo la concreción de sus proyectos o metas.
¿Pero puede el coaching mejorar el rendimiento académico de los alumnos?
La aplicación del coaching educativo busca cambiar paradigmas en la educación. Pero la mayor duda es si realmente el coaching permitirá mejorar aspectos académicos en los estudiantes. Esto se observará si el profesor hace un acompañamiento al alumno para hallar de dónde provienen sus falencias.
“Es importante que el profesor indague de dónde viene ese deseo de no estudiar cierta materia -comenta Velasco-. Si se le hace un acompañamiento al estudiante e indagamos la raíz, el estudiante podrá observar que puede responsabilizarse de pasar una materia así sea que no le guste”.
Algunas de las herramientas que aplica el coaching educativo, también pone tanto al estudiante como al profesor en un lugar que romperá barreras de superioridad y relaciones de poder.
Así, para el alumno será importante en la toma de decisiones que tendrá como confidente un respaldo de su profesor que lo ha guiado por un camino que indagó en lo más profundo alguna limitación que el estudiante se planteaba.
Al final, el coaching educativo tiene como objetivo generar un cambio en la sociedad a través de los niños y de los jóvenes para que desarrollen todo su potencial, tanto cognitivo como emocional, una meta que pasa por la función de los docentes.
Potencial
Uno de los aspectos que busca desarrollar el coaching educativo es el potencial de los estudiantes. No se centra en el aprendizaje, sino en lo que puede dar cada alumno.De lo que se trata es de crear situaciones en el que el estudiante se vea obligado a explayar su conocimiento sin importar si está bien o mal.
Conciencia
En las aulas de clases se busca cambiar comportamientos por parte del docente. Lo que hace el coach educativo en lugar de dar órdenes es transformar la obligación por implicación, por responsabilidad personal, por elección. Salidas ambientales, visitas empresariales, le permitirán al alumno plantearse dudas sobre lo que quiere ser.
Responsabilidad
Cuanta más conciencia adquieran los alumnos, mayor grado de independencia tendrán, mayor capacidad de decisión y de resolución adquirirán frente a los problemas.A partir de esto, los estudiantes podrán resolver por sí mismos sus conflictos porque la confianza que tendrán sobre ellos mismos será mucho mayor, así como su autoconcepto y autoestima.
Acompañamiento
Estar cerca de los estudiantes y los profesores presentará un desarrollo mejor en la relación docente-alumno.En Europa, algunos países optaron por permitir la presencia de un coach para observar y analizar el comportamiento del profesor, para luego retroalimentarle sobre qué aspectos debe mejorar.
Impacto
Los estudiantes suelen ver reflejado en sí lo que aprenden de su profesor.El impacto de un docente se mide por el éxito de cómo logra que sus estudiantes se involucren, primero, habiendo preparado su clase dejando claramente establecido su objetivo, para luego, a través de un lenguaje claro, impartir de manera dosificada los contenidos.
Sin juicios
Aunque resulta difícil no caer en el juego de los prejuicios, el coaching intenta alejarse de esos paradigmas.Por tanto, un docente deberá poner en acción, situaciones donde no criticará, no juzgará, ni descalificará el desempeño de sus alumnos. Lo último que se quiere es que los estudiantes terminen odiando a su profesor por su forma de juzgar.
La palabra
Frases como “¿no entiende en que idioma hablo yo?”, “fulanito está en la Luna” o “si no terminan no hay recreo” no son apropiadas para la transimisión de un buen mensaje a los alumnos.Los profesores deben transmitir un mensaje en el que demuestren por su calidad de enseñanza la experiencia que tiene en el cuanto a impartir conocimiento.
Comunicación
Lograr una comunicación afectiva y efectiva es vital. Para ello, es importante ser creativos con los estudiantes y enseñarles a pensar por ellos mismos, para que sean capaces de defender sus ideas y tomar coherentemente sus decisiones.Debatir temas en clases, enfrentar situaciones incómodas logra que los alumnos exterioricen sus pensamientos.
Ser audaz
Los pasos más decisivos suelen venir acompañados de una buena dosis de atrevimiento. Y esa osadía se consigue rompiendo prejuicios personales y sociales.En los colegios y universidades, el coaching educativo intenta brindarle al estudiantado propuestas y eliminar las erradas técnicas educativas, como señalar al mal estudiante, acentuar los errores o crear estereotipos.
Retroalimentación
Cambiar paradigmas es una de las razones del coaching educativo, una de ellas es retroalimentar las decisiones de los profesores. Un ejemplo es socializar el plan de estudio del semestre, lo que permitirá que el alumnno se plantee qué le puede ser útil de este contenido. Y discutir juntos criterios de evaluación
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