La tarea de los padres es:

Dar amor, crecer con fé y dar fuerza para mantener la esperanza.

9 de octubre de 2016

NERVIOS PARA LOS EXÁMENES.

Hoy tienes un examen muy importante en el colegio y te encuentras mal. 
Te duele el estómago y la cabeza.
 Tal vez tengas los músculos tensos, te tiemblen las manos o estés sudando. 
Sabes que no te ha picado el bichito de la gripa pero es posible que tengas lo que coloquial-mente se conoce como "nervios", y, más correctamente, ansiedad ante los exámenes.
He aquí cómo funciona la ansiedad. 
Supongamos que te preocupa el examen de lenguaje porque es primer  examen de esa asignatura no te fue muy bien. 
O tal vez estás tenso porque en el primer examen te fue de maravilla y eres de esas personas que les gusta sacar todo sobresaliente. Cuando estás preocupado y tenso, todo tu cuerpo puede verse afectado.

Ansiedad de ejecución


La ansiedad ante los exámenes, en realidad, es un tipo de ansiedad de ejecución
Este tipo de ansiedad es el que se experimenta una persona cuando le preocupa cómo va a rendir (hacer algo), sobre todo cuando se trata de algo muy importante. Por ejemplo, puedes tener ansiedad de ejecución cuando te presentas a una prueba de selección para formar parte de la banda de música o el equipo de baloncesto de tu colegio.
Mientras están haciendo un examen, es posible que te pongas muchos  nervioso, sientas cosquilleos o te duela el estomago  o tengas dolor de cabeza tensional.
 Algunas personas pueden empezar a temblar o a sudar, o notar que el corazón les va más deprisa de lo normal mientras esperan a que les repartan el examen. 
Un estudiante con una ansiedad muy fuerte ante los exámenes puede incluso tener la sensación de que tiene que ir al baño  a vomitar.
¿Te suena a conocido? No eres el único. 
Pregunta a otras personas y descubrirás que todo el mundo  adultos y niños - experimentan alguna ansiedad antes de un examen. 
De hecho, una pequeña dosis de ansiedad puede ser positiva, al mantenerte centrado en la tarea y concentrado.
 Pero, cuando los síntomas son tan intensos que no te permiten funcionar o cuando estás tan ansioso que te encuentras realmente mal, lo más probable es que no puedas dar lo máximo de ti mismo.
Por supuesto, si no te has preparado bien el examen, es posible que estés preocupado  y por un buen motivo.
 Este tipo de ansiedad no es tan fácil de abordar porque, aunque consigas calmarte, seguirás sin saber las respuestas. 
Cuando te hayas preparado bien para el  examen y aprendas a controlar la ansiedad, tu conocimiento podrá resplandecer y sacarás buena nota.

¿Por qué nos ponemos ansiosos?


Bueno, puesto que no podemos prohibir los exámenes, tal vez te interese saber cómo controlar la ansiedad ante los exámenes.
 La ansiedad es la sensación que experimenta una persona cuando espera que ocurra algo malo o estresante. Cuando estás bajo estrés, tu cuerpo libera la hormona adrenalina.
Si te centras en lo malo que podría ocurrir, tu preocupación aumentará todavía más. Puedes pensar: "¿Y si me olvido de todo?" o "¿Y si el examen es demasiado difícil?"
 Demasiados pensamientos como estos no dejan mucho espacio en tu mente para que puedas concentrarte en las preguntas del examen.
 Las personas con ansiedad ante los exámenes también se pueden estresar a consecuencia de las reacciones físicas propias de la ansiedad y pensar cosas como: "¿Y si vomito?" o "¡Oh no, me están temblando las manos!"
¿Qué puedes hacer?

Tal vez estés leyendo este artículo y diciendo para tus adentros: "¡Vaya, me veo retratado!" En tal caso, me alegra que seas capaz de reconocer lo que te pasa.
 Ahora puedes dar los primeros pasos para controlar tu ansiedad ante los exámenes.
 Aquí tienes varias formas de hacerlo:
Pide ayuda.  Explícaselo a tu madre, tu padre, tu profesor o el psicólogo escolar de tu colegio. 
El  hecho de hablar con alguien sobre tu ansiedad ante los exámenes puede ayudarte a sentirte mejor. 
Descríbeles qué te ocurre cuando te enfrentas a un examen y ellos podrán ayudarte a encontrar algunas soluciones.
Prepárate bien para el examen. Presta atención en clase. Haz los deberes. Estudia para el examen. Si lo haces, será más probable que el día del examen tengas la sensación de que dominas la materia.


Espera lo mejor. Una vez te hayas preparado para el examen, piensa en positivo. Dite a ti mismo: "He estudiado y estoy preparado para dar lo máximo de mí mismo".
Aparta de tu mente los pensamientos negativos. Estar pendiente de cualquier mensaje negativo que puedas estar enviándote a ti mismo sobre el examen (por ejemplo, "No se me dan bien los exámenes" o "Si saco mala nota en este examen, suspendo la asignatura"). Este tipo de pensamientos puede empeorar la ansiedad e impedir que hagas bien el examen.
Acepta tus errores. Todo el mundo se equivoca. Sé más condescendiente con tus propios errores, sobre todo si te has preparado para el examen y para rendir al máximo.
Cuídate. Rendirás mejor si dedicas suficiente tiempo a jugar, duermes lo suficiente y te alimentas bien. Esto es importante todos los días, pero asegúrate sobre todo de cumplirlo el día antes del examen.
Respira mejor. Sí, por supuesto que tú ya sabes respirar. ¿Pero sabías que los ejercicios de respiración pueden ayudarte a calmarte? (De todos modos, intenta no coger demasiado aire porque podrías marearte.) Así es como debes respirar: Inhala(inspira) lenta y profundamente por la nariz, y después exhala(espira) lentamente por la boca.
 Hazlo cuatro veces seguidas. Si practicas un poco, varias veces, tal vez te resulte más fácil respirar la próxima vez que hagas un examen.

No hay comentarios.: