La tarea de los padres es:

Dar amor, crecer con fé y dar fuerza para mantener la esperanza.

3 de enero de 2016

SEGURIDAD EN CASA.


Los bebés alcanzan objetos, los agarran, ruedan sobre sí mismos, se sientan y, a la larga, gatean, se levantan del suelo, exploran agarrándose a los muebles y acaban andando solos. 

En muchas etapas de sus dos primeros dos años de vida, son capaces de desplazarse por toda la casa, caerse una y otra vez e interesarse por los objetos de muchas formas distintas. Y los niños de entre uno y tres años intentan treparse a los muebles, a pesar de que carecen de la coordinación necesaria para reaccionar ante ciertos peligros. 

Se levantan utilizando las patas de las mesas; utilizan escritorios y tocadores a modos de gimnasio e intentan agarrar todo lo que ven.

Por lo tanto, la posibilidad de una caída peligrosa o de precipitarse sobre esquinas puntiagudas puede ocurrir en casi cualquier parte de la casa.
He aquí una serie de medidas que le ayudarán a prevenir que su hijo sufra accidentes en el hogar:
Andadores

No permita que su hijo utilice ningún andador. El uso de los andadores para bebés se ha reducido drásticamente desde sus máximas cotas, alcanzadas en los años noventa del siglo XX, pero se siguen viendo unas 3.000 lesiones al año relacionadas con los andadores en los servicios de urgencias de EE.UU. Los bebés que utilizan andadores se pueden caer sobre objetos que no ven, volcarse sobre estufas calientes, piscinas y calefactores y rodar escaleras abajo. 

Los andadores pueden proporcionar a los bebés el impulso necesario para atravesar vallas protectoras (a veces con una escalera al otro lado).
En vez de un andador, considere la posibilidad de utilizar un centro de actividades de carácter estático.
Ventanas

No confíe en los mosquiteros o rejillas que cubren las ventanas como sistema de prevención de posibles caídas desde las ventanas.
Abra las ventanas por la parte superior, o utilice protectores de ventanas para impedir que su hijo se caiga por ventanas abiertas (un niño se puede caer por una ventana cuya abertura sea solo de 12,7 centímetros o 5 pulgadas). 

Asegúrese de que los protectores de ventana son a prueba de niños pero fáciles de abrir por un adulto en caso de incendio.
Aleje sillas, cunas, camas y otros muebles de las ventanas para impedir que su hijo se trepe a estos muebles a fin de acceder a la parte inferior.
Escaleras

Nunca deje a un niño desatendido cerca de las escaleras, incluso aquellas que están protegidas con una valla de seguridad. Los bebés pueden trepar por estas vallas, colocadas en los escalones más altos, y caerse desde una altura incluso superior. Instale adecuadamente una valla de seguridad en la puerta de la habitación de su hijo para que nunca pueda acceder por su cuenta a la parte más alta de las escaleras.

Mantenga las escaleras libres de juguetes, zapatos, alfombras sueltas y similares.
Instale protectores de seguridad en los pasamanos o barandillas de las escaleras si su hijo cabe por sus huecos.
Instale vallas de seguridad fijadas con tornillos a la pared al principio y al final de cada una de las escaleras que tenga en casa (las vallas de seguridad portátiles instaladas a presión no son tan seguras).
Evite las vallas de seguridad de tipo acordeón, donde se pueden quedar enganchadas las cabezas de los niños.
Enseñe a su hijo cómo debe bajar las escaleras desplazándose hacia atrás; recuerde que el único ejemplo del que dispone es usted bajándolas hacia adelante.

Por toda la casa
No tenga alfombras sueltas por la casa. Coloque antideslizantes debajo de ellas para mantenerlas fijas a la superficie del suelo.
No deje nunca a un bebé en una silla de seguridad, un portabebés o una hamaquita sobre una mesada, mostrador o cualquier otra superficie de otro mueble. La fuerza de los movimientos del bebé podrían desplazar y volcar el soporte del bebé, ocasionándole graves lesiones.
Asegúrese de que todos los muebles a los que se podría trepar su hijo (mesas, escritorios, armarios, muebles para la televisión) son robustos y estables para que el pequeño no los pueda tumbar. Esté especialmente atento a los muebles más pesados, como una estantería llena de libros o un centro de entretenimiento, que se podrían volcar sobre su hijo. Usted también puede colocar soportes en forma de "L" para sujetar muebles a las paredes e impedir que su hijo intente subirse a unos muebles que se podrían volcar sobre él.
Coloque protectores de seguridad para esquinas u otros elementos almohadillados en las esquinas de las mesitas para el café y de otros muebles y superficies provistos de bordes puntiagudos.
Limpie de inmediato cualquier líquido que caiga en el suelo.
Coloque tiras antideslizantes en las bases de las bañeras.
Cunas, camas y cambiadores
No deje nunca a un bebé desatendido sobre una cama o cambiador. Si sonara el teléfono mientras usted lo estuviera cambiando, lléveselo consigo mientras contesta al teléfono. Si debe dejar al bebé solo durante un momento, déjelo en su cuna o corralito.
Utilice cambiadores con barandas protectoras de 5 centímetros (2 pulgadas) de altura.
Asegure siempre a su hijo, utilizando cinturones de seguridad, en los cambiadores, así como en las sillitas, y cochecitos. Asegúrese de sujetar bien a los niños pequeños en el asiento de los carros del supermercado.
Mantenga las barandas laterales subidas en las cunas.
Los protectores de cuna no son recomendables pero, si decide utilizarlos, retírelos en cuanto el bebé empiece a levantarse y a ponerse de pie a fin de impedir que los utilice para trepar sobre ellos e intentar salir de la cuna.
No acueste a un niño menor de 6 años en una cama superior. Coloque barandillas en los laterales de las camas.
Retire los manteles de las mesas y guarde los cordones, tiras y otros objetos colgantes fuera del alcance de su bebé

En el exterior

  • No permita que su hijo juegue en una cama elástica, incluso bajo la supervisión de un adulto.
  • Asegúrese de que todas las estructuras de las áreas recreativas donde juega su hijo son seguros, sin partes sueltas ni oxidadas.
  • Asegúrese de que las superficies de estas áreas son lo bastante blandas como para absorber el impacto de las caídas. Unos buenos materiales para cubrir estas superficies son la arena y las virutas de madera; evite las áreas recreativas donde el suelo sea de cemento, hormigón o tierra compacta.
  • Asegúrese de que las escaleras y otros escalones que dan al exterior están libres de juguetes, objetos o cualquier otra cosa que obstruya el paso. Repare cualquier grieta o pieza que falte en el sendero o camino que lleve a su casa.
  • Si su hijo ha empezado a andar en bicicleta, asegúrese de que utiliza un casco y de que conoce las normas de seguridad y las señales de tráfico necesarias para andar en bici. Los traumatismos craneoencefálicos son muy frecuentes a estas edades, de modo que enfatice la norma de usar el casco cuando se monta en bicicleta.

Esté bien preparado

Si usted está esperando un hijo o si ya lo tiene, es una buena idea que:
  • Aprenda las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y la maniobra de Heimlich.
  • Guarde los siguientes números cerca del teléfono familiar (tanto para su propio uso como para el de otras personas que cuiden de su hijo):
    • teléfono gratuito del centro de toxicología 1-800-222-1222 o el de su país
    • número de teléfono del pediatra de su hijo
    • número de los móviles de sus padres y de los teléfonos de los lugares donde trabaja cada uno de ellos
    • número de teléfono de los vecinos o de parientes que viven cerca de su domicilio (si necesita que otras personas vigilen a otros niños en caso de emergencia)
  • Disponga de un botiquín o kit de primeros auxilios y guarde las instrucciones a seguir en caso de emergencia en su interior.
  • Instale detectores de humo y de monóxido de carbono.

Mantener un ambiente seguro y adaptado a los niños

Para comprobar la eficacia de sus esfuerzos por poner su casa a prueba de niños, es una buena idea que se ponga a cuatro patas en cada una de las habitaciones de su domicilio para verla desde la perspectiva de un niño. Preste atención al entorno que rodea a su hijo y fíjese en aquellos objetos que podrían resultarle peligrosos.
Poner una casa totalmente a prueba de niños puede ser complicado. Si no puede poner toda la casa a prueba de niños, pruebe de cerrar las puertas (instalando protectores de seguridad en sus pomos) para que su hijo no pueda andar por lugares no protegidos. En las puertas corredizas, los protectores de seguridad y los pestillos a prueba de niños son buenas medidas para impedir que un niño pequeño salga solo de su casa. Por supuesto, la medida en que ponga su casa a prueba de niños es algo que solo depende de usted. La supervisión por parte de un adulto es la mejor forma de impedir lesiones en la población infantil. De todos modos, ni el más atento de los padres puede garantizar la seguridad de su hijo al 100%.
Independientemente de que usted tenga un bebé, un niño de 1 o 2 años, un niño de preescolar o un niño en edad escolar, su hogar debería ser un refugio donde su pequeño pueda explorar con total seguridad. A fin de cuentas, tocar, agarrar, trepar y explorar el son las actividades que permiten desarrollar tanto el cuerpo como la mente de los niños.

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