COMO MEJORAR LA COMUNICACIÓN CON LA FAMILIA Y LOS SERES QUERIDOS

• El primer paso para comunicarnos efectivamente no es enunciar, sino saber escuchar. Debemos prestar atención a lo que se nos está diciendo o dando a entender, ya sea por medio de palabras o de acciones. Evaluaremos no sólo el contenido de lo que recibimos, sino también el contexto o la situación que enmarcan este conocimiento que intentamos interiorizar.
• Del mismo modo, debemos articular nuestros enunciados y nuestros gestos y conductas comunicacionales de manera que el interlocutor nos pueda comprender. Si notamos que no se nos está comprendiendo, es nuestra tarea y privilegio buscar medios alternativos.
•  Puedes procurar decir lo mismo en otras palabras, o modificarlas, con el fin de que quien quieras que te comprenda, pueda hacerlo. Debes ser claro y conciso en tu comunicación, adecuándolas a la comprensión de la otra persona.
•  Recuerda que la comunicación incluye el intercambio de nociones. Aunque no te guste aquello que estás recibiendo, debes procurar interpretarlo, en pro de la buena comunicación. Recuerda también que a muchas personas les cuesta hallar el modo apropiado para comunicarse. A veces suenan agresivos, a veces suenan vanos en sus comunicaciones, pero esto puede deberse a modismos, a un estado de ánimos particular o a numerosos factores. Si el modo realmente te impide comprender, explica a la otra persona cuál es tu problema, procurando lograr una comunicación eficaz. 
• La comunicación con los seres queridos y las personas más cercanas es también particular. Recuerda que se trata de personas que, por lo general, te conocen en mayor profundidad. Serán capaces de entenderte, si procuras hablar claramente, y con sinceridad ante todo. Las mentiras son uno de los mayores obstáculos que tiene la comunicación, ya que opacan los contenidos.
• Cuando intentes comunicarte, procura dejar de lado lo que no sea pertinente a la charla. Si has tenido un mal día en el trabajo, procura olvidarlo o sacarlo de tu mente al llegar a casa, de modo tal de poder entablar un dialogo (y, con ello, aliviarte) con tu entorno familiar. Se paciente, respira profundo, olvida lo anexo, e intenta comprender a tu interlocutor.
• Pon todo tu empeño y paciencia para hacer comunicaciones fluidas, eficaces, y sumamente gratas, en especial con tus seres más queridos.