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3 de mayo de 2015



Pruebas Pisa, un verdadero reto para Colombia


Pruebas Pisa, un verdadero reto para Colombia
En esta versión de las Pruebas Pisa los alumnos las presentarán en computador y el énfasis será ciencias.
Fotolia | El País
Colombia, desde el 2006, año en el que se inscribió en las Pruebas Pisa, ha ocupado los últimos puestos a nivel internacional. 13.459 jóvenes, entre ellos 2187 vallecaucanos, están próximos a presentarlas, cuando concluya el paro de maestros. ¿Qué importancia tienen estas pruebas de saber educativo? ¿Por qué al país le va tan mal?
El Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes, Pisa, por sus siglas en inglés, es coordinado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico – Ocde – y está diseñado para medir el nivel de conocimiento de estudiantes de 15 años de colegios públicos y privados, elegidos aleatoriamente, en las áreas de matemáticas, ciencias y comprensión lectora a partir de sus habilidades, para la resolución de problemas de la vida cotidiana.
Colombia, que en su historial ha ocupado los últimos puestos, nunca ha estado  por encima del número 50. En la versión 2012, el país ocupó el lugar 62 de 65, situación que alarmó a docentes, al Ministerio de Educación y a la sociedad en general.

¿Qué se evalúa?

 
Desde tres áreas de conocimiento – matemáticas, lectura y ciencias naturales- se realizan preguntas sobre resolución de problemas. En matemáticas se deben resolver casos con el manejo de principios matemáticos. En ciencias, situaciones relacionadas con el comportamiento físico y químico. En lectura, los estudiantes deben entender las formas de expresión para solucionar problemas ordinarios de la vida cotidiana.
 
En estas pruebas que se aplican cada tres años, se desarrollan las preguntas desde dos dimensiones: de contenido y cognitiva. En la primera se tratan temas típicos de cada área, mientras que en la segunda se plantean problemáticas en contextos personales, familiares, sociales, políticos, nacionales y universales.
 
“Si los estudiantes son capaces de resolver estos problemas, estaríamos hablando de ciudadanos aptos para solucionar cualquier situación de la vida”, afirma Daniel Bogoya Maldonado, experto en educación y ex-director del Icfes.
 

¿Por qué son tan importantes?

 
Muchos estudiantes presentan estas pruebas y, sin embargo, no reconocen la importancia que tienen más allá de medir su nivel de conocimiento en ciertas áreas. Tal es el caso de Mayra Bravo, quien las presentó en el 2012. “Sé que son importantes porque evalúan cómo los estudiantes rendimos durante el bachillerato. Son parecidas al Icfes”.
 
En el país se hacen pruebas para medir la calidad educativa a nivel nacional como las del Saber Pro. No obstante, las Pruebas Pisa le permiten a Colombia entender y compararse con sistemas de evaluación de talla mundial y, a su vez, darse cuenta de qué posición ocupa frente a ellos.
 
Para Jorge Enrique Vargas, miembro del comité de educación de la Fundación Corona - la cual contribuye al fortalecimiento de las capacidades para impulsar el desarrollo social, la calidad de vida y equidad en el país -, “estas pruebas nos sirven para identificar las prácticas que tienen otros países con los mejores resultados y así incorporarlas a nuestro sistema educativo”. 
 
“Las Pisa son un buen criterio para evaluar la calidad de la educación básica en el país, debido a que son de competencia, no fragmentadas, por lo que evalúan si los jóvenes resuelven adecuadamente problemas hipotéticos y si alcanzan un buen nivel de lectura al llegar a los 15 años”, afirma Julián De Zubiría Samper, magíster en Desarrollo Intelectual y Educación, y director del Instituto Alberto Merani, entidad que desarrolló el método de ‘Pedagogía dialogante’.
 

¿Para qué le han servido a Colombia estas pruebas?

 
Las Pruebas Pisa han generado debate a nivel nacional, no solo en las  aulas de clases sino también en los medios de comunicación.
“Estos resultados han suscitado un gran movimiento. Con ellos hemos tomado consciencia sobre lo que está pasando con nuestra educación. Nos han llevado a repensar el tema como país”, asevera Bogoya Maldonado. 
 
En palabras de Jorge Enrique Vargas, estas pruebas demuestran los vacíos que hay en la educación en Colombia y que son necesarios llenar. “Nos enseñan hacia dónde debemos encaminar todos nuestros esfuerzos. También hemos aprendido que los países con mejor distribución del ingreso, con menor desigualdad social, son a los que mejor les va; por ende, la calidad de vida de los colombianos sí tiene que ver con la calidad del aprendizaje”.
 

¿Hemos aprendido de otras naciones que han adelantado reformas?

 
En este asunto, las opiniones se dividen. Por una parte, se encuentran los que afirman que sí se ha aprendido.
 
“Brasil nos ha enseñado el Índice Sintético de Calidad Educativa, implementado en Minas Gerais, y el Gobierno Nacional lo acaba de poner en circulación en todos los colegios del país. Saber dónde estamos, tener una meta clara de hacia dónde nos dirigimos y expresar de forma explícita cómo vamos a lograrlo, es lo que hemos aprendido de otros países hermanos”, manifiesta Bogoya Maldonado.  
 
“No se trata de copiar a otras naciones y caer en la moda de afirmar que nuestra educación se va a parecer a la de otros. Debemos tener en cuenta nuestro contexto, ponerlo sobre la mesa y analizar experiencias educativas a nivel global. Y, a partir de ahí, desarrollar nuestros propios proyectos”, argumenta María Victoria Angulo, directora ejecutiva de la Fundación Empresarios por la Educación. 
 
“En Perú – continúa Angulo - está emergiendo una reforma muy importante que se llama ‘Cambiemos la educación, cambiemos todos’, algo que, filosóficamente,es muy robusto”. 
 
Por otra parte, están los que consideran que no se ha aprendido de las experiencias de otros países para mejorar la calidad de la educación.  
“Perú ocupó el último lugar en las Pruebas Pisa del 2003 y el efecto fue contrario al de Colombia: el país se declaró en emergencia educativa, convocó un Consejo Nacional de Educación, enfatizó en la comprensión lectora de sus estudiantes e inició evaluaciones de sus docentes. Los resultados están a la vista, pues en las últimas pruebas le fue mejor que a nosotros”, enfatiza Julián De Zubiría, director del Instituto Merani.
 

¿Qué se debe mejorar para sacar un buen puntaje?

 
Para que Colombia saque un buen puntaje en estas pruebas, se debe, según los expertos, realizar varios cambios: 
 
El método educativo por ejemplo,  hacerlo menos memorístico y más activo; formar a los maestros para que se ajusten a las demandas de los estudiantes de hoy; vincular más a la escuela con la sociedad 
y que a través de ella se ayude a resolver problemas de la vida cotidiana; desarrollar e implementar mecanismos que permitan hacer un buen seguimiento de lo que está pasando en este ámbito, como indicadores que permitan establecer metas año por año.
 
De igual manera, modificar la capacidad de las aulas, así como mejorar la infraestructura de los planteles educativos. Formar más docentes y realizar currículos con enfoques que les permitan a los estudiantes desarrollar sus habilidades.
 

¿Qué pasaría si Colombia sale adelante en estas pruebas?

 
Todos los expertos  consultados  coinciden en un punto: si al país le va bien en las Pruebas Pisa sería un buen indicador para el sistema educativo colombiano y, por lo tanto, se tendría una sociedad menos desigual y con mejor calidad de vida. “El hecho de que nos vaya  mal en las pruebas nos enseña mucho y el que nos vaya bien nos muestra qué estamos haciendo bien”, dice Jorge Enrique Vargas, miembro de la Fundación Corona.
 
“Si eso sucede, sería porque como colombianos, desde docentes hasta dirigentes locales y nacionales, realizamos una reflexión fuerte, madura y respetuosa con el sistema educativo de nuestro país”, señala María Victoria Angulo, directora ejecutiva de la Fundación Empresarios por la Educación.
 
“Unos estudiantes mejor formados, con niveles de educación más altos y con capacidades mejor desarrolladas, harán parte de esa sociedad que progresará. Eso se verá reflejado en indicadores macros como, por ejemplo, mejor ingreso nacional, mejor distribución del ingreso y  mayor esperanza de vida”, argumenta Daniel Bogoya Maldonado, experto en educación.
 

¿Por qué le va tan mal al país?

 
Alejandra Gaviria, docente del Colegio Claretiano Santa Dorotea, considera que el método de enseñanza en la mayoría de instituciones se basa en la memoria, no se explora la creatividad ni la experimentación en los alumnos. “La única metodología que tienen es la impartida por nosotros los profesores. No se les desarrolla esa habilidad para resolver problemas”. 
 
“Colombia es un país desigual y los resultados de estas pruebas no dependen solo de la educación, sino que están ligados al nivel de calidad de vida de las personas y eso tiene que ver en cómo resolvemos nuestros problemas de la cotidianidad. Cuanto mayor calidad de vida, mayor capacidad de resolución de conflictos”, considera el director de la Fundación Corona. 
 
Según De Zubiría, “nuestro sistema ha dejado de lado lo esencial y se ha dedicado a trabajar con los estudiantes millones de informaciones desconectadas que ellos olvidan, en la mayoría de los casos, ocho semanas después. 
 
Necesitamos desarrollar las competencias para pensar, sentir y actuar”, concluye el experto.

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