Es muy fácil. Prueba con uno de los siguientes consejos al menos una vez al día:
- Relájate: Antes de iniciar cualquier actividad que te requiera concentración. Practica durante 5 minutos la respiración consciente, es decir que centras toda tu atención en el aire que entra por tu nariz y observas cómo lentamente sale.
Aunque lleguen pensamientos distractores, vuelve a concentrarte en tu respiración.
- Ejercita la mente. Realiza crucigramas, sopas de letras, sudoku, lee y toma curso en temas que te gusten. Realiza otras cosas que hagan trabajar al cerebro, tales como escribir o cepillarse los dientes con su mano no dominante.
- Aprende de memoria: cada día obligarte aprender algo nuevo, una poesía, una canción, una oración, varios números de teléfonos, palabras nuevas del diccionario y su significado, etc…
- Haz descansos periódicos. Tu nivel de concentración va disminuyendo a partir de un cierto tiempo de atención a una tarea o actividad.
Por esta razón, es importante que descanses durante 5 minutos por cada hora de trabajo.
- Quédate mirando fijamente a algo durante 5 minutos. Un lápiz, una marca en la pared, la uña de tu dedo índice, tu escritorio, una planta, una esquina de la habitación, un botón de tu camisa, una foto… Cualquier cosa que se te ocurra. Se trata de que mires el objeto fijamente hasta que empieces a ver cosas en las que normalmente nunca te fijas. Por ejemplo, el punto negro que hay en la pared y las manchas cerca del techo.
Pero si lo miras fijamente durante un tiempo empezarás a darte cuenta de que parece distinto, que la forma que tiene no era la que tú pensabas que tenía. No hace falta nada más. Mira fijamente y observa.
- Siéntate. En una silla o en el suelo. Ahora cierra los ojos y escucha. A ver cuántos sonidos distintos eres capaz de reconocer.
Al principio te parecerá una mezcla indescifrable y, poco a poco, vas a identificar sonidos distintos. Poco a poco. Empieza a contarlos. Cada vez que hay uno nuevo, incrementa la cuenta. ¿Cuántos sonidos distintos oyes? Seguro que muchos más de los que imaginabas en principio
- No debemos olvidar de respetar los ciclos de sueño-vigilia.
Dormir un número adecuado de horas, ayudará a mejorar nuestros niveles de atención y concentración. El sueño tiene una función reparadora y restablece el equilibrio del organismo, y por lo tanto, es fundamental para cualquier tipo de actividad tanto física como intelectual.
- El deporte, los buenos hábitos en la alimentación nos ayudan a reducir el estrés, a mejorar la sensación de bienestar, la salud y, en la medida que estemos bien físicamente, estaremos en mejores condiciones intelectuales, lo que puede aumentar nuestra capacidad de rendimiento.
La práctica regular de un deporte ayuda a liberar la tensión muscular lo que conlleva liberar tensión mental: aumentan las endocrinas y con ellas se reduce la sensación subjetiva de ansiedad y de estrés,
- Aprende diversas estrategias para mejorar la memoria.
Los recursos o nemotecnias, siglas, rimas y chistes pueden ayudarte a recordar las cosas que deseas recordar, como nombres y fechas. La repetición o la información relativa a algo a la que estás más familiarizado puede ayudarte.
- Hidrátate con frecuencia: bebe agua porque ayuda a deshacerse de toxinas en tu cuerpo y, en general, ayuda a mantener tu cuerpo y mente sana.
Y finalmente recuerda: lo que no se practica no se adquiere.
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